Hoy os vengo a hablar de un tipo de intervención quirúrgica muy interesante: las ostomías. Se basan en la realización de una abertura artificial, también llamado estoma, que conecta una cavidad determinada con el exterior. Existen muchos tipos de ostomías, desde respiratorias hasta urinarias, pero las más comunes son las del aparato digestivo, en las que encontramos:
- ileostomía: abertura en el íleon, por lo que se evita el colon, recto y ano. Las heces se caracterizan por ser más líquidas.
- colostomía: estoma en el colon, por lo que se evita el recto y ano.
Existen diferentes causas para las ostomías, siendo las más comunes el cáncer rectal, enfermedades inflamatorias como la enfermedad de Crohn, obstrucciones intestinales o incontinencia fecal.
Para recoger las heces, se utilizan unas bolsas determinadas, aplanadas, con un agujero que tiene alrededor adhesivo. Este agujero se coloca sobre el estoma, creando así un espacio cerrado y seguro para almacenar las heces durante un tiempo determinado. Existen muchísimos tipos de bolsa, dependiendo de la localización y estado del estoma, así como de las preferencias personales del paciente.
Muchos de los pacientes que tratamos en mi planta tienen ostomías, y su calidad de vida se ve mínimamente afectada. En lo único en lo que cambia es en tener que realizar los cambios de bolsa periódicamente, y en tener una dieta sana baja en fibra para poder controlar las eliminaciones mejor. Además, las personas con estomas pueden hacer todo tipo de actividades físicas sin mayor problema, y la bolsa se puede esconder fácilmente bajo la ropa. Seguramente hayas conocido a alguien con una colostomía y ni te hayas dado cuenta!
Aquí abajo os dejo diferentes enlaces por si estais interesados en leer más sobre este tema, ademas de un vídeo sobre el papel de enfermería en el cuidado de las ostomías.
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