lunes, 18 de noviembre de 2019

Morfina


Hola enfermerxs en potencia!

Después de un mes, ya le ponemos fin a nuestras primeras prácticas. Nos vamos habiendo aprendido mogollón de cosas, ya no solo en lo teórico si no que también a la hora de tratar con pacientes. Ha sido un mes fantástico, y nos da pena tener que volver a la rutina de facultad y trabajos 😓. Pero bueno, empezamos con mucha energía.

Como este ultimo mes estuve rotando en Oncología, la morfina es un medicamento que llevo bastante integrado, por eso os voy a hablar un poquito más de ella.

La morfina es un opiáceo que en el ámbito hospitalario lo empleamos como analgésico o como sedante. Por lo tanto, en nuestra planta era lo más común de encontrar a la hora de preparar la medicación.


MST CONTINUS
La morfina se suele comercializar, como indicó mi compi Candela es su entrada de estupefacientes, en ampolla o en pastilla.

Respecto a la ampolla, en onco teníamos ampollas grandes al 4%, cuando lo más común es encontrar las ampollas más pequeñas al 1%. ¿Y por qué emplean estas? Básicamente por ahorrar ya que la morfina, como bien dije antes, es el más utilizado en esta planta. Para saber la dosis equivalente, basta con hacer una regla de 3, aunque al lado de la caja fuerte de estupefacientes siempre había una tabla
Cloruro Mórfico 1%
con las equivalencias ya hechas.

Respecto a las pastillas encontrábamos MST CONTINUS de 5, 10, 30, 60, 100 y 200 mg, lo que nos permitía jugar con las cantidades y conseguir múltiples combinaciones a la hora de administrar la dosis correspondiente a cada paciente.




Recordando, como puntualizó candela, en el momento que cogemos morfina de la caja fuerte, tiene que quedar constancia de cuanto se cogió, para que paciente y lo que queda, firmando siempre el enfermero responsable en el libro de registro de fármacos.

A la hora de administrar el cloruro mórfico (ya sea al 1% o al 4%), cogíamos la cantidad necesaria con una jeringa pequeña de insulina y una aguja y la pasábamos a un pitufo de 100 mL (como la mayoría de los calmantes). Al ser dosis muy pequeñas, es importante lavar la jeringa con el propio suero del pitufo para que se administre la mayor cantidad posible y que no queden restos en ella.

¿Cuando adminitrábamos la morfina? Cuando esta estaba pautada (nosotras al estar en turno de tarde, nos tocaba prepararla para la cena, encontrándonos principalmente con la administración de pastillas (MST)), cuando el paciente necesitaba un rescate (se suele administrar cloruro mórfico en perfusión) o cuando era necesario sedar al paciente por incapacidad de controlar los síntomas refractarios (con la combinación de otros fármacos con la misma función).

Y mas o menos eso es todo lo que aprendimos de este fármaco en nuestro paso en practicas en onco. Con muchas ganas de volver a la carga en abril con más practicas, nos despedimos hasta entonces enfermerxs en potencia!




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